Derivada del bosque lluvioso tropical, ésta fruta dulce y deliciosa llamada mango está llena de humedad. Los mangos no solo nutren el cuerpo por dentro, sino que también le dan a la piel un dulce premio.
La manteca de mango está llena de antioxidantes beneficiosos para mantener su piel suave y joven, y ayuda a prevenir su destrucción por la generación de radicales libres de la contaminación industrial y el tráfico, los pesticidas que nos rodean e incluso los rayos del sol.
Científicamente, contiene sustancias conocidas como triterpenos y no necesita productos químicos añadidos para proporcionar a sus propiedades antioxidantes para la piel.
La manteca de mango tiene propiedades emolientes naturales, tiene una alta capacidad oxidativa, ayuda en la cicatrización de heridas y la regeneración de la piel. Ha sido utilizada tradicionalmente en cremas de cuerpo y cara, para suavizar, calmar, hidratar, proteger, para restablecer la flexibilidad y reducir la degeneración de las células de la piel.
Tiene un efecto protector contra la radiación UV. La manteca de mango proporciona mejoras y beneficios en todo tipo de piel.
La manteca de mango, debido a su excelente calidad, es muy apreciada en la cosmética regenerativa, las propiedades curativas de la misma. A menudo este ingrediente es utilizado para dar consistencia a productos destinados a la protección labial, o en la cosmética decorativa y también para el cuidado facial. Asimismo, su uso es recomendado en protectores solares y productos para después del baño, debido al efecto refrescante que ejerce sobre la piel.
La manteca de mango, en comparación con otras mantecas, es una de las más hidratantes y suavizantes, ya que puede ser absorbida rápidamente por la piel sin dejar una película sobre ella. Debido a que se disuelve a temperatura corporal, se utiliza como componente en cremas para el cuerpo. Además su alto valor nutritivo y su acción regenerativa la hacen ideal para ser usada en tratamientos para cabellos secos.